El perro Bobi, que murió a la edad de 31 años el pasado
octubre de 2023, ha perdido el título de perro más viejo del mundo. Tras una
investigación abierta hace un mes, la organización Guinness World Records (GRW)
concluyó que no disponía de las pruebas suficientes para confirmar su edad y,
por ende, para mantener el título.
A través de un comunicado recogido por la CNN, Mark McKinley, director de registros del GWR, ha asegurado que están orgullosos de garantizar, en la medida de lo posible, la precisión e integridad de todos los títulos registrados. Por lo que, ante la falta de pruebas congruentes y las sospechas de varios veterinarios, han decidido despojar a Bobi de su récord.
Las autoridades del GRW abrieron una investigación después
de que varios veterinarios se mostraran incrédulos con la supuesta edad del
perro. Los expertos creían que era biológicamente imposible que un perro
pudiera llegar a vivir más de 200 años humanos, cuando lo normal es que su
tiempo de vida ronde los doce o catorce años.
Una de las pruebas centrales de la investigación fueron los datos obtenidos del microchip que fue puesto en 2022. La edad registrada por el gobierno portugués se basa en declaraciones del dueño, ya que para colocar el chip no se requería prueba de edad en perros nacidos antes de 2008. Ante la falta de pruebas fehacientes, se decidió abrir una revisión del historial de Bobi.
Fuente: Agencias
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